domingo, 7 de abril de 2013

La demagogia del trabajo precario

Escuchar a los lideres sindicales, comentaristas políticos de izquierda y en general a todos o casi todos aquellos ideólogos de ese pensamiento único en que suele basarse el llamado progresismo, genera cuanto menos una reflexión.

Han sido muchísimas las conquistas y derechos conseguidos por los distintos movimientos sociales de toda condición y en todo el mundo, entre ellos como dice nuestra Constitución, el derecho a un trabajo digno pero analicemos desde la perspectiva histórica mundial, europea y por último española que ha sido y que podemos considerar hoy, un trabajo digno.

Ya en el reinado de Isabel II en 1855 y concretamente en Cataluña se celebro, o quizás deberíamos decir se concreto, la primera huelga general en España y una de las primeras de Europa, anteriormente habían existido distintas manifestaciones de obreros industriales sobre todo en el ramo textil revindicando mejoras salariales y el derecho de manifestación y con posterioridad en 1917 durante el reinado de Alfonso XIII se produjo una huelga general en todo España convocada por los sindicatos, ya legales, UGT y CNT y que consiguió tras otra en Barcelona, esta mas de carácter económico, establecer la jornada laboral de ocho horas. También  en 1988, exactamente el 14 de diciembre con el gobierno socialista de Felipe Gozalez en el poder, se organizo la mayor huelga general convocada en España hasta la fecha. Convocada por todos los sindicatos y en contra de una reforma laboral que abarataba el despido y empeoraba de manera considerable las condiciones de contratación de los jóvenes  Aquella huelga trajo consigo la ruptura de relaciones y sintonia de UGT dirigida entonces por Nicolas Redondo y el gobierno del Sr. Gonzalez

Desde entonces han sido muchísimas las huelgas convocadas por los movimientos sindicales y sociales sobre todo en Europa antes y después de la primera y segunda Guerra Mundial pero destaca especialmente una que se inicio en Francia  concretamente en París  Mayo de 1968, donde diversos movimientos de índole cultural, social e incluso político se unieron sin proponerselo en una amalgama revolucionaria que desde los ámbitos estudiantiles de naturaleza asamblearia, casi siempre manipulados por movimientos de extrema izquierda, trotskistas y maoistas, desbordaba la participación ciudadana tanto sindical como política  La toma de universidades y algaradas callejeras eran constantes  que solían terminar en alteraciones importantes de orden publico, levantamiento de barricadas, destrozos y enfrentamientos con la policía  Al final la situación fue derivando hacia un cambio social y generacional dada la falta de propuestas y reivindicaciones reales, se empezaba con solicitudes concretas y se acababa con generalidades poco explicitas que derivaban en simples solicitudes de auto gestión. La conclusión es que sirvió a nivel mundial para iniciar un alzamiento de las distintas capas de la sociedad contra una situación que se creía injusta con ellos y que luchaba por pedir mas paz y amor en el mundo y luchar por ejemplo contra la guerra de Vietnam en los EE.UU. o contra la invasión soviética en Checoslovaquia (primavera de Praga) como otras algaradas algo mas tarde en México coincidiendo con los Juegos Olímpicos,  en Italia 1969 o en Gran bretaña 1972. En España y me toco vivirlo en primera persona, solo en Madrid algunos movimientos universitarios antifranquistas se hicieron notar pero de una forma poco relevante.

Desde la reforma laboral de 1988 hasta esta, efectuada por el PP en el 2.012, siempre se ha cometido el mismo error, realizarlas en plena recesión económica y con un alto indice de paro,  las dos veces del 25 %. Nuestros políticos son los uniros gestores públicos que no aprenden de los errores, pero una vez puesto en materia, vayamos al grano y por ello analizo por que considero una demagogia el concepto del trabajo precario.

Estoy totalmente convencido de que si en nuestro querido país existiese eso que se llama despido libre o lo que es lo mismo, la libertad que deberían tener las empresas, incluso las publicas, en no despedir si no "prescindir" temporalmente de un número de trabajadores cuando las crisis se inician, no se llegaría a que muchas empresas se viesen hundidas totalmente al hacer frente a grandes indemnizaciones a una gran parte de sus trabajadores y que conlleva que deba cerrar yéndose al paro la totalidad de la plantilla. Es lo que habría que evitar, el cierre de empresas. Estas son las que crean empleo, quizás precario si, pero trabajo al fin y al cabo, lo injusto lo mas precario es el desempleo. No hay peor ciego que el que no quiere ver y la situación en nuestro país se repite una y otra vez y todo, no tengamos la menor duda, por nuestra rigidez laboral.

Que los Sindicatos no estén de acuerdo, es su papel, pero el partido socialista, como partido que pretende gobernar, debe pensar en lo mejor para el país y darse cuenta que la flexibilidad en la contratación de trabajadores por parte de las empresas y su relación con las mismas, debe cambiar o nuevamente estaremos abocados a una crisis de empleo crónica y sin solución.

  Saludos,   










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